La misión

LA MISIÓN

Buenos días, iglesia. ¿Conoces tú la Misión de la Casa? El Espíritu Santo la inspiró y está plasmada en la Palabra de Dios:

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Mateo 28:19-20

De ahí la importancia de DISCIPULAR, de hacer auténticos seguidores de Jesús, el Maestro. El ministerio que el Señor más desempeñó fue la enseñanza de la Palabra del Padre. El Evangelio, que son las Buenas Nuevas de Salvación, se vive mediante el conocimiento y la experiencia espiritual; de tal manera, que el discipulado y la formación ministerial, se realizan desde la Academia y el entrenamiento; por eso ves que en I.C.B.N. la Palabra es portada por los miembros del Cuerpo de Cristo (los que vienen en el proceso formativo), no es una facultad exclusiva para los pastores, sin que ellos dejen de lado esa responsabilidad para con el pueblo (siempre bajo su guía y supervisión). Vemos a los hermanos ejerciendo los dones que Dios les ha dado para el servicio a los demás, como son: el de la profecía, del servicio, la intercesión, la sanidad, la liberación de los cautivos, el consejo, entre otros, sin ninguna exclusividad, debido a que la visión de la Casa es ministerial; es decir, orientada hacia la estructuración de servidores del Reino.

Todos somos lanzados. Cuando eso ocurre, hasta nos atemorizamos, pero no te preocupes suele ocurrir antes de comenzar; por ahí pasaron personajes como: Moisés, Jeremías, Jonás, Gedeón. Imagina a María cuando le anunciaron su asignación divina. En cualquier momento los pastores o en la Academia pueden decirte: “prepárate, porque mañana sirves en tal cosa” ..

Sé que se preguntan ¿Y en el fondo, a mí de que me sirve hacer el discipulado o formarme para ser ministro del Señor? Bueno, esa pregunta tiene varias respuestas que pasan en algunos desde entretenerse para apartarse de la rutina familiar, por no decirle que no a quien le invitó, a no desagradar a los pastores que amorosamente le insisten que se forme, porque le dijeron que las maestras enseñan chevere, porque así se distrae un rato y tiene un pretexto para aislarse de su pareja; otros, porque tienen hambre y sed de Dios, porque escucharon el llamado de Cristo, porque su corazón arde de pasión por el Señor, porque entendió que hace parte del propósito de Dios, porque sabe en qué consiste la vida eterna etc.

Por si acaso no estás en la Academia por las ultimas respuestas, te invito a que leas los pasajes bíblicos sugeridos y entenderás. Por la razón que tú hayas creído que estás formándote, te digo: eres un llamado y escogido de Dios para ser

Dad por gracia, lo que por gracias habéis recibido. Nada de nervios, es Dios a través de ti.

¿De qué me sirve guiar a Jesús como discípulo suyo?

¡Persevera, que galardón hay para el que triunfa en Cristo!

Edgardo Pabón