Buenos días iglesia, en I.C.B.N. hay una Academia de Discipulado y Formación Ministerial. La mayoría de los miembros del Cuerpo de Cristo, han estado o están en ella. Allí, él Señor complementa la obra que inicia en el Templo, formándonos en él, nos va adentrando en su Palabra, de tal manera que pasamos de mamar leche a comer comida sólida. En la Academia: aprendemos, soltamos, tomamos, avanzamos, crecemos y hasta nos graduamos; pero... cuando nos graduamos de Discípulos o de Servidores, ¿Qué viene después...?
Dejemos que sea el Señor quien nos responda directamente este interrogante...
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Juan 15:5-9
Hay tanto en estos versículos. Él es el tronco, de dónde mana todo, para dar fruto. Hay que estar pegados a ese tronco, a esa fuente; apartados de él comenzamos a debilitarnos, a enfriarnos, a alejarnos, como dice el texto, a secarnos, si eso ocurre... No es bueno lo que nos espera, si quisieras saber qué consecuencias vienen, te recomiendo escuchar al apóstol Pablo en lo que le manifestó a los Romanos en el Capítulo 1 partiendo del Versículo 20, culminando en el 32, y después de eso, como dice Juan 15, somos recogidos y echados en el fuego, y.... ro, en cambio, si permanecemos en él, en su palabra, "PODEMOS PEDIR LO QUE QUERRAMOS Y SERÁ HECHO" Que maravilloso saber cómo conseguimos que Jesús nos conceda lo que le pedimos. Recuerda que escrito está, no terminamos de decir algo, cuando Él ya sabe lo que necesitamos. Cuando fructificamos, estamos siendo sus discípulos, permaneciendo en el amor, glorificamos a Dios Padre.
Como Discípulos de Cristo, estamos llamados a fructificar. Para que eso sea posible, la palabra debe habitar en nosotros. La clave está en la perseverancia y permanencia.
Y ahora... pide lo que quieras, conforme a su voluntad, que hecho está. Porque Jesús es el autor y consumador de la fe.
Perseveremos en la formación, en ella desarrollamos el carácter que ABBA espera en sus hijos, Él obrará en y por medio de Sus amados.
Nunca olvides que tú no estás llamado a comparecer a juicio, sino a ser galardonado por Cristo en su Tribunal, porque eres iglesia, y en ti hay propósito celestial.
Edgardo Pabón Miranda.
Amen
Amennnnn