¿MALDICIONES O BENDICIONES?
Cuando aprendemos a depender de Dios, entendemos que Él suple las necesidades de su pueblo, aún sin merecerlo. El libro de Deuteronomio 28, nos habla de las muchas bendiciones que recibiremos si somos obedientes; pero dice: “si obedecemos todos sus mandamientos”. No dice: “si cumplimos parcialmente o sólo cuando queramos", sino que textualmente dice:
“Acontecerá que, si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios”. Deuteronomio 28: 1-2
La lista es larga, tanto de maldiciones como de bendiciones en el capítulo 28. Te invito a leerlas y meditar en ellas, para que puedas tomar una decisión: ¿Qué quieres, bendiciones o maldiciones? Yo escojo bendiciones.
Hoy, sólo te pido Padre, que me ayudes a obedecer tus mandatos y estatutos; pues entiendo, que fueron escritos para tornar mi vida más fácil, y con ellos poder agradarte y acceder a tantas bendiciones que tienes para mí y mis generaciones venideras...
Gracias, por tanto.
Claudette Saade
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