“Y vestidos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”. Efesios 4:24
El Señor quiere de nosotros que dejemos de lado los remiendos nuevos en vestidos viejos. Esto implica un cambio de mentalidad, libertad de religiosidad y mayor demostración de amor y misericordia entre todos. No digo entre nosotros, porque ¿de qué vale amar al que nos ama, sino amamos aquellas personas que no nos aman?
Cuando hacemos volver al pecador de su camino, cubrimos multitud de pecados y sus vestiduras son limpiadas.
No dudes más de tu salvación. Muchas veces perdemos tiempo examinándonos, cuando en realidad lo que Dios quiere es que vivamos el evangelio: con el pobre, el afligido, el quebrantado, el enfermo, la viuda, etc. Esa es la otra forma como seremos perfeccionados, a través de la obra que inició en nosotros; pero eso sólo es posible si entendemos lo siguiente: “y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto”. Colosenses 3:14
En algún momento podemos tener la razón, pero es con amor que vamos a lograr soportar y perdonar; sólo así tendremos paz.
Hay muchos vestidos de salvación en el Reino. Nosotros somos los elegidos para decir: “toma este vestido, te lo regala Papá, vístete con esta ropa hermosa”.
Elías Ariza
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