UN PACTO SEMPITERNO
“Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno.”
Isaías 24:5
Un Pacto sempiterno es un pacto que tuvo un inicio, pero que no tiene un final establecido; es decir, es eterno y no tiene fin. ¿Quieres más?
El pacto que Dios hizo con la humanidad a través de su precioso y amado hijo Jesús, mi Salvador, es un pacto sempiterno de salvación, restauración, sanidad, liberación y plenitud con nosotros.
El problema es que no podemos romper los pactos. El Reino de los Cielos es muy serio y de mucho amor, pero también requiere una mano fuerte. Nos hemos acostumbrado tanto a vivir del amor de Dios que nos hemos desequilibrado, justificándonos y pidiendo perdón. No es malo hacerlo, pero el detalle es que nos desenfocamos al no entender que el Reino es violento, agresivo, fuerte y requiere carácter de sus hijos para arrebatar la gloria. Produzcamos en el Reino y dejemos de vivir de tanta misericordia.
El Pacto Sempiterno trae retribución a aquellos que se levantan para conquistar como lo hicieron los reyes y sacerdotes del Antiguo Testamento; conquistar ciudades, poseer y obtener botín. Al Enemigo no siempre se le da agua. Disciernan cuándo deben darle por la cabeza.
Dios te pide carácter con urgencia.
"Y haré con ellos un pacto eterno, que no me volveré atrás para hacerles bien, y pondré mi temor en sus corazones, para que no se aparten de mí." Jeremías 32:40
Te recomiendo leer todo el capítulo. Papá hablará a tu corazón.
Elías Ariza.
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