UN CORAZÓN ENDURECIDO QUE PROVOCA INCREDULIDAD
“Todo es puro para los de corazón puro. En cambio, para los corruptos e incrédulos nada es puro, porque tienen la mente y la conciencia corrompidas. Tales personas afirman que conocen a Dios, pero lo niegan con su manera de vivir. Son detestables y desobedientes, no sirven para hacer nada bueno.” Tito 1:15-16 NTV
La incredulidad nos hace pensar que Dios no es capaz o no le importa.
Una persona con un corazón endurecido no reconoce las realidades espirituales que le rodean. Una persona de corazón duro no puede ver como Dios está obrando en su situación, aunque sus familiares cercanos, parientes y amigos se lo digan. Un corazón endurecido puede querer algo de Dios, pero no lo escucha.
“Y respondiendo Jesús les dijo: De cierto os digo, que, si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera: más si a este monte dijereis: Quítate y échate en la mar, será hecho” Mateo 21:21.
Al tener un corazón endurecido se produce la incredulidad, y esta a su vez nos atasca, nos detiene, nos roba las bendiciones y genera falta de perdón:
Ezequiel 33:31-32;31 Vendrán a ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti como pueblo mío, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia. Y he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de voz y que canta bien; y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra.
Hebreos 3:7-8;7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto.
Un corazon endurecido, es desagradecido:
Isaías 6:9-11 Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis.Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad. Y yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y respondió él: Hasta que las ciudades estén asoladas y sin morador, y no haya hombre en las casas, y la tierra esté hecha un desierto. Cuando tienes el corazón endurecido no tienes gratitud, no agradeces lo que han hecho por ti, se te olvida fácilmente.
... Pero si sientes que tu corazón se ha endurecido, ya no es tiempo de mirar hacia atrás, es momento que todo aquel, cuyo corazón se encuentra lastimado por diversas circunstancias de la vida, se vuelva a Él y camine en obediencia. Hoy Papá nos recuerda que pare Él nada es imposible, y que si le crees y lo anhelas, ÉL lo hará:
Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón. Jeremías 24:7.
Con amor, Katherine Rodríguez - Pastora
La gratitud nos hace trascender, la ingratitud...
Dios nos desprecia un corazón contrito y humillado. Ante nuestras miserias humanas, Jesús nos toca con Sus