Tu ofrenda necesita sacrificio

TU OFRENDA NECESITA SACRIFICIO

Entonces el ángel del Señor le dijo a Gad que diera instrucciones a David para que subiera y edificara un altar al Señor en el campo de trillar de Arauna, el jebuseo. Así que David subió para hacer lo que el Señor le había ordenado por medio de Gad. 
David le dijo a Arauna: —Permíteme comprarte este campo de trillar por el precio total. —Tómela, mi señor el rey, y úsela como usted quiera —le respondió Arauna a David—. Yo le daré los bueyes para las ofrendas quemadas y los tablones de trillar como leña para hacer un fuego sobre el altar, y también le daré el trigo para la ofrenda de cereales. Se lo daré todo.
 Pero el rey David le respondió a Arauna:
—No, insisto en comprarla por el precio total. No tomaré lo que es tuyo para dárselo al Señor. ¡No presentaré ofrendas quemadas que no me hayan costado nada!  1 Crónicas 21:18-30 (NTV).

El rey David quería ofrecer un altar al Señor en ese tiempo,  y para ello necesitaba un lugar para levantarlo; fue a comprarlo y se encontró con Arauna que se lo estaba regalando; pero David no lo aceptó, porque él quería ofrecerle algo al Señor que le costara, que tuviera un sacrificio. 

Cuando hablo de sacrificio, no hablo de que tengamos que pagar por algo, porque Cristo ya pagó por nosotros en la cruz del calvario;  y por esa gracia , nosotros podemos acceder a su gracia; pero si te hablo, del tipo de sacrificio que requiere: esfuerzo, diligencia, de entregarlo todo. 

Hay ciertas cosas en nuestra vida que deben ser rendidas totalmente a Papá Dios.  Y muchas áreas que deben ser presentadas a Él. Eso es un sacrificio: dejar de hacer aquellas cosas que sabes que no son agradables para Dios. Sacrificio, también es poder dar tiempo, dinero; es dar el primer lugar a Papá Dios; darle la mejor ofrenda de amor y  alabanza,  porque eso indica y muestra cuánto lo amas. 

Yo creo que David, cuando iba a colocar todo lo que él necesitaba para adorar a Dios y darle su mejor ofrenda, no deseaba hacerlo sin un verdadero esfuerzo, compromiso y dedicación de su parte. Él quería mostrar a su Padre Celestial, cuánto lo amaba, y si con eso necesitaba hacer un sacrificio, lo iba a hacer porque estaba en su corazón hacerlo. 

Cuando en tu corazón hay amor para Papá Dios, tú vas a darle lo mejor de ti: le ofrecerás tu mejor alabanza, tus ofrendas serán hechas de amor. Tu altar será edificado con amor y de ahí nacerá tu mejor ofrenda, para un Padre que amas con todo tu corazón.

Katherine Rodríguez, Pastora.