Tu misericordia ¡Oh Dios!

Cuán maravilloso es saber que por la misericordia de Dios no hemos sido consumidos, y  que esa misma misericordia se renueva cada día y nos levanta con una oportunidad para empezar fortalecidos en el Creador de todo y todos.

¡Tremendo poder!

Ese es el Padre que nos sostiene;  el mismo que espera con paciencia que lleguemos a su presencia. Y esto —debes saber—, que por medio de la oración lo podemos conseguir. Ahora bien, decidí escribir la siguiente cita para que confirmaras con la palabra viva lo hermoso e importante que es tener la misericordia de Papá. Moisés oró, pidió y sus días fueron renovados: 

«De mañana sácianos de tu misericordia, y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días. Alégranos conforme a los días que nos afligiste, y los años en que vimos el mal». Salmos 90:14-15

¡Tremendo! Moisés fue un hombre que tuvo que lidiar por muchos días con múltiples asuntos, y estoy segura que la misericordia de Dios era la que lo sostenía y le daba fuerzas cada día para continuar en la travesía.

Mi invitación hoy,  es  que seas un Moisés: ora, pide y agradece por la misericordia de Dios. El tiempo que padeciste, ese tiempo será borrado y tu vida será transformada; para dar gloria al que es digno de alabanza.

Dios te bendiga.
Disley Sierra