Tenemos un pastor eterno

TENEMOS UN PASTOR ETERNO

El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Salmo 23:1
     
¡Alégrate! Tienes un Pastor; y el pastor que tienes, es el mejor de todos. 
Ahora bien, si alguien te pregunta… ¿con qué relacionas la palabra pastor, qué responderías?
Quizá, lo primero en lo que piensas es en una persona que dirige un grupo de personas en una congregación religiosa, o en una persona que cuida ovejas en el campo. Ambas son repuestas correctas; sin embargo, la respuesta es más profunda de lo que parece, puesto que cuando se refiere a una persona, se refiere a la persona de Jesucristo, y también al ser un humano que Dios llamó para esta labor. 

“ Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.” Efesios 4:11-12.

Ser pastor, es un llamado basado en las directrices del Dios Eterno,  y que es manifiesto a través de sus hijos acá en la tierra; sin embargo, nunca debes olvidar que cualquier siervo del Señor en la tierra, es un representante de Él, pero no es Él. Es por esto, que tu mirada debe estar puesta en Él, y no el hombre, que lo representa a Él.

¿Sabes algo? Ser Pastor de multitudes es uno de los atributos más exorbitantes del Señor Jesús. Cuidar, amar, restaurar, abrigar, enseñar y aconsejar, son algunas de las cualidades que tiene el Pastor de pastores. 

Jesús, es el pastor que vela por la plenitud de tu vida en Él, y que está profundamente interesado en que tengas paz y descanses en Él.

Nunca olvides que EL SEÑOR ES TU PASTOR.   
Con amor, Natalia Torres.