Sé molestoso
- DevocionalesICBN
- 15 may 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 16 may 2022

SÉ MOLESTOSO
Lucas 18: 1-8 : También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario, Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?
Esta parábola nos enseña que debemos ser insistentes, persistentes, perseverantes, pero en oración. Si leemos al principio del texto, nos dice que es necesario “ORAR SIEMPRE”, y hace una comparación con una viuda, que en este tiempo seriamos tú y yo. Esta viuda quería que el juez – quien en este caso representa a Dios- le hiciese justicia. Ella iba todos los días a pedirle que le ayudara con su adversario, o enemigo
No sé cuál sea la situación por la que tú estás pasando en este momento; lo que sí sé, es que tenemos un Juez Justo, que está dispuesto a obrar a tu favor. Él simplemente está esperando algo de ti y de mí: que seamos molestosos e insistentes, así como el juez de la parábola se refirió a la viuda.
Dios no quiere que seamos molestosos con quejas o reclamos. No, así no. Él quiere que seamos molestosos, pero en oración; que busquemos continuamente su presencia, clamando de día y de noche, reconociendo que sólo Él puede traer la solución que tú necesitas, y esa respuesta que esperas. Tal vez logremos agotar tanto la paciencia del juez, que termine concediéndonos lo que tanto pedimos y anhelamos.
Lo otro que Dios espera, es que tengamos fe, porque sin fe es imposible agradarle. Aunque el juez le dijo muchas veces a la viuda que no la iba a ayudar, ella insistió y no se rindió. Ella seguía yendo a su casa a pedir una y otra vez lo mismo, porque en su corazón anidaba la esperanza de que un día, él dijese que si. Su fe fue mayor. No creyó en lo que veían sus ojos cuando la echaban de ese lugar; ni creyó lo que escuchaban sus oídos cuando le decían que no. Ella insistió, fue MOLESTOSA hasta lograr su objetivo: que el juez le hiciera justicia.
Así, tú y yo podemos ser molestosos en oración hasta alcanzar lo que tanto hemos deseado, siempre y cuando vaya acorde a la voluntad de nuestro Padre Celestial.
Anhelemos ser así de molestosos como esa viuda, de la cual aún después de tantos años escuchamos hablar , y nos estimula a seguir su ejemplo .
Con amor, Pierina Rosa González Vargas, Pastora








Amén 😍😍😍
Amén 🙌
Amennnn
Quier ser tan molestos como esa viuda, hasta que El juez me haga justicia.