Soy amante de tu presencia

¡Hola!, buenos días… qué bello día ¿verdad? El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad! Por tanto, digo: «El Señor es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!» (Lam. 3:22 NVI). Querido amigo: No importa lo que estés pasando, estás vivo y ese es un hermoso milagro que te ha otorgado Papá. Hoy dile a quien no te deja solo, a quien no se aleja de ti: "Soy amante de tu presencia, porque sólo tú llenas y sanas mi corazón, pasión y gozo tengo al adorarte al entrar en tus atrios"... Eres mi motivación, mi rumbo, mi destino, mi parada y mi camino. ¡Tú lo eres todo! …Lo bello es que todo fue creado por ti y para ti. Sé que soy tu creación y me has elegido como hijo y soy coheredero del reino y por tu gracia soy salvo. ¡Increíble! Cómo sin ser digno ni merecedor de tu amor, aquí estoy feliz de saber que sin importar lo que yo haga consciente o inconsciente, tú sigues fiel y tu amor es como tu misericordia: por siempre y para siempre. De lo imposible, me enseñaste que para ti todo es posible; a creer en lo increíble, a ver lo invisible, a escuchar en el silencio, a esperar en la desesperanza y a sentirme seguro en la persecución. ¡Eres mi todo! Gracias por este día más de vida. JAVIER PERTUZ