¡SIMPLEMENTE… GRACIAS!
¡Buenos días familia!
¿Qué difícil es agradecer cuando las cosas no están pasando como lo deseamos, cierto? ¡Qué enorme y nutrido corazón debemos tener para que sin titubear en medio de situaciones llenas de incertidumbre y dolor alcemos la mirada al cielo y le digamos al Señor: “¡SIMPLEMENTE GRACIAS!”…
Quisiera que hoy el Señor revele a tu vida la manera adecuada de agradecer…Ya sé que parece raro, ya sé que a Papá debemos darle gracias en todo tiempo y por TODO, pero he descubierto que mientras algunos agradecen fervientemente porque han recibido un nuevo empleo, un aumento de salario, la sanidad de sus cuerpos; otros agradecen por abrir los ojos, por el vaso de agua que se toman, porque la noche anterior pudieron conciliar el sueño; y quiero decirte, que Dios se conmueve y se alegra cuando abres tu corazón y tu boca por lo poco o mucho que tienes, y le dices: “¡SIMPLEMENTE GRACIAS!”
Dice la palabra de Dios en el Salmos 9, que David dirigió a Jehová una oración de acción de gracias por su justicia, y declaró:
“Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; contaré tus maravillas. Me alegraré y regocijaré en ti; cantaré a tu nombre oh Altísimo” Salmo 9:1-2.
Si estudiamos este Salmo, nos daremos cuenta que aún allí Dios no le había entregado la victoria a David sobre Saul, y ya David agradecía y alababa al Señor por lo que haría; entonces entendí que el agradecimiento es por causa de la confianza, y la alabanza es su fruto más jugoso. Ese es el fruto preferido del Señor, porque es decirle que sin ver , hemos visto; porque creemos es su perfecta voluntad, y que por ello hablaremos de lo que Él ha hecho en nuestras vidas.
Más adelante, en el salmo 18 el mismo David eleva una oración al Señor pero esta vez en Acción de Gracias por la Victoria sobre Saul y llena su boca diciéndole:
“Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré, mi escudo y la fuerza de mi salvación; mi alto refugio.” Salmos 18:1-2.
¡SEAMOS COMO DAVID, QUE SIN RECIBIR AGRADECIÓ; Y RECIBIENDO, TAMBIÉN!
No sé por qué debes agradecer tú, pero quiero inspirarte a través de estas palabras a agradecer primeramente porque Dios nos tuvo en cuenta:
Simplemente gracias por traerme hasta aquí, por revelarme mis pecados, mis inseguridades, mis iniquidades y mi debilidad; simplemente gracias, porque no lo merecía y lo hiciste Papá, porque al hacerlo me extendiste tu misericordia y abriste como un caballero a su doncella la puerta de un carruaje que me ha traído hasta la puerta del castillo que estuviste construyendo para mí: “MI PROPÓSITO”.
¡SIMPLEMENTE GRACIAS!
Por: Carolina Vásquez
Amén
Amén amén
Poderoso
Aleluyaaa
Gracias mi hermoso, mi ABBA Padre!!!!