Si tengo a Jesús, lo tengo todo

"Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas,  que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró". Mateo 13: 44-46

Cuando tienes a Jesús, lo tienes todo, porque es como encontrar un tesoro escondido y una perla preciosa de mucho valor. Por eso, el mismo Jesús comparó el Reino de los Cielos con un tesoro y una perla. Muchos buscan diversas cosas en sus vidas: dinero, fama, títulos, posición, etc., pero aún alcanzándolas, sus vidas se encuentran sumidas en una profunda tristeza, soledad, y experimentan un gran vacío en su corazón. 

Pero cuando tú encuentras a Jesús, la vida te cambia, porque su amor incondicional e inagotable empieza a llenar tu vida, y puedes amar como Él lo hace; comienzas a sentirte pleno y rebosas de felicidad.

Por eso, el Salmista dijo: “en Dios está la senda de la vida, en su presencia hay plenitud de gozo, delicias a su diestra”.

Si no has encontrado ese tesoro o esa perla, es tiempo de buscarla.  No te afanes por las cosas de la vida; sino, busca primeramente el Reino de Dios y su justicia, que lo demás será añadido a tu vida. Todo lo que tú necesitas lo tiene Dios en sus manos para ti, solo necesitas que lo creas y lo atesores en tu corazón.

Ama a Dios con todas tus fuerzas, tu mente, tu corazón, y ama a los demás como a ti mismo. Ese fue el mensaje principal de Jesús cuando vino a la tierra. Cuando el espíritu de Dios vive en tu corazón, todo es diferente: piensas, actúas y amas de una manera diferente.

Ama a Dios a pesar de las dificultades, de las adversidades. Amar a Dios  te transforma, te  hace diferente y ya no te desesperas ni te angustias. Le entregas tus cargas a Él, porque sabes que Él te ama y tiene especial cuidado de ti.

Cuando Jesús vive en tu corazón, lo tienes todo. Él te da vida, y vida en abundancia.  Ya no necesitas al hombre para llenar tus vacíos,  porque Jesús se vuelve al centro de tu vida, y comienzas a recibir tanto amor de Dios , que tu vida rebosa de su presencia . 

La paz de Dios sobre ti.

Katherine Rodríguez Vizcaino, Pastora y Profeta.