Reyes y reinos IV

REYES Y REINOS IV
 
Corren días en los que conviene hacer un repaso de conceptos:
A Dios pertenece todo: De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.Salmos 24:1

Su poderío es incomparable: Él convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana. Isaías 40:23

Es soberano: y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra.  Apocalipsis 1:5
 
Recordemos lo que significa la soberanía: en teoría política, designa la autoridad suprema que posee el poder último e inapelable sobre algún sistema de gobernabilidad (Wikipedia). Es decir que, si Él la tiene sobre los reyes, entonces Él puede usarlos a su antojo, incluso a aquellos que pensamos que es imposible que lo haga, puesto que es Él es quien muda los corazones, transforma a las personas. Así lo hizo con el rey Saúl: Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre… Aconteció luego, que al volver él la espalda para apartarse de Samuel, le mudó Dios su corazón. 1 Samuel 10:6, 9   
 
Transformó así mismo a Saulo de Tarso ─un perseguidor de los seguidores de Cristo─, en Pablo el apóstol a los gentiles:" …Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba.  Y glorificaban a Dios en mí".  Gálatas 1:23-24
 
Así que Él puede hacer lo que quiere y usar a quien quiere, cuando quiera; porque Él es Dios.  Isaías profetizó sobre Ciro con más de un siglo de antelación, por ende, fue escogido desde antes: “Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán.”  Isaías 45:1

“Mas al primer año de Ciro rey de los persas, para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, Jehová despertó el espíritu de Ciro rey de los persas.” 2 Crón. 36:22
 
Ciro hizo un decreto para edificar el templo y ordenó la devolución de todos sus utensilios de oro y plata, tomados por Nabucodonosor años antes.  No sólo lo hizo él, sino también Darío y Artajerjes reyes de Persia subsiguientes. Proveyendo incluso lo necesario para su construcción, cosa que era difícil de esperar, puesto que en Persia tenían sus propios dioses: “del tributo del otro lado del río, sean dados puntualmente a esos varones los gastos, para que no cese la obra. Y lo que fuere necesario, becerros, carneros y corderos para holocaustos al Dios del cielo, trigo, sal, vino y aceite, conforme a lo que dijeren los sacerdotes que están en Jerusalén, les sea dado día por día sin obstáculo alguno, para que ofrezcan sacrificios agradables al Dios del cielo, y oren por la vida del rey y por sus hijos.”  Esdras 6:9-10
 
Así que tal como lo profetizó Isaías, él lo hizo: “que dice de Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás fundado”.  Isaías 44:28 

Salomón expresó en uno de sus proverbios de sabiduría: 
“El corazón del rey es como un arroyo dirigido por el Señor, quien lo guía por donde él quiere”. Proverbios 21:1 (NTV)
 
Dios encamina los corazones de los reyes, a hacer lo que Él dispone; así que oremos y confiemos en que él dirigirá el corazón del recién elegido líder de la nación.
 
Bendiciones,
Rocío Salas Ariza