REYES Y REINOS I
"Y se encontraba allí un hombre indigno que se llamaba Seba, hijo de Bicri, benjamita; y este tocó la trompeta y dijo: No tenemos parte en David, ni tenemos heredad en el hijo de Isaí; ¡Israel, cada uno a sus tiendas! Y todos los hombres de Israel dejaron de seguir a David, y siguieron a Seba, hijo de Bicri; pero los hombres de Judá permanecieron fieles a su rey..." 2 Samuel 20:1─2
David, fue uno de los reyes más queridos y respetados por el pueblo de Israel, quien consiguió grandes victorias para liberar al pueblo, llevando prosperidad al mismo. Sin embargo, había quienes no le apreciaban porque su corazón aún estaba inclinado hacia la familia de Saúl (el anterior y 1er rey de Israel). Pero, es Dios quien quita y pone reyes (Daniel 2:21) y el pueblo parece sin importar quien gobierne, siempre tiene la misma reacción: inconformismo.
Cuando estaban en el desierto, Israel teniendo a un líder manso, pacificador como Moisés ¿qué hacía?, murmuraban contra él, aún sobre aquellas cosas que ni venían al caso ─su mujer cusita, por ejemplo─. El rey David les procuró ser libres de los filisteos y ensanchó el territorio, conquistando aún aquellas ciudades ─como la de los Jebuseos, Jerusalén─, sin embargo se rebelaron en su contra y siguieron muchos a Absalón (todo un actor digno de un Óscar)… ¡Si me pusieran a mi como rey! (lo imagino con la mano en la cabeza), y entonces “¡yo sí les solucionaría las cosas!”. Creo que esta frase, más de un aspirante a “rey” la ha dicho, deberían darle el crédito a Absalón.
Sublevaciones –justificadas o no─, siempre ha habido y habrá muchas más. Sin embargo, llama mi atención la anunciada por Juan, en el libro de las revelaciones; se nos cuenta a futuro sobre otra ─esta vez de todas las naciones─, en contra de Cristo; por sus mil años de gobierno: "Cuando los mil años se cumplan, Satanás será soltado de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro extremos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlas para la batalla; el número de ellas es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada." Apoc. 20:7─9
Es decir, que al final de cuentas ni siquiera se trata de quien gobierna, cómo lo hace, ni los resultados que procure sobre el territorio. Se trata del egoísmo, inconformismo, y de mirar sólo sobre los propios intereses. Obviamente que queremos un buen gobierno, que haga justicia y que no nos avergüence ante las naciones. Pero, para ello tenemos todos nosotros como pueblo, la responsabilidad de orar. Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad (1 Timoteo 2:1─2).
Hemos de levantar nuestra mirada hacia Dios, pues nuestra dependencia ha de ser de Él. Dios es quien quita y pone reyes, así que debido a los resultados en los comicios, como colombianos y/o habitantes de Colombia y sobre todo como pueblo santo, apartado para nuestro Dios les invito a alabarle, a adorarle y darle gracias.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Jer. 29:11
Gracias Señor.
Rocío Salas Ariza
Gracias Dios por hablarnos a traves de tu hija. Amén.
Amemmmm
Amén, gracias Padre por tu mensaje!!! 🙌🙌🙌
Excelente!!!!