Respuestas del cielo

¡Buenos días iglesia! En la medida que somos adentrados en la vida de la fe, nos van surgiendo interrogantes que no somos capaces de responder desde el uso de la razón, basados en la lógica; sin embargo, Dios que nos está viendo y escuchando, que conoce las intenciones de cada corazón, hoy nos responde por medio de Jesús, el Maestro, apartes de esas realidades inentendibles pero ciertas que ocurren a los nacidos de nuevo.

¿Por qué veo lo que antes no veía? ¿por qué este entendimiento de la Palabra?, ¿por qué es necesario anunciar actualmente al Salvador?, ¿realmente soy bendecido por Él?, ¿por qué deseo adorarlo?,¿qué me produce alabarle?, ¿por qué congregarme? Etc…

Para adentrarnos en su mensaje, es bueno dar el contexto del texto, Jesús luego de haberse entregado por nosotros, pasando por la cruz del Calvario para el perdón de nuestros pecados, de resucitar de entre los muertos; después de estar un rato con los que iban camino de Emaus, arribó hasta donde estaban reunidos los once Discípulos, quienes hablaban que el Señor se le había aparecido a Simón; estaban exaltados, nerviosos, asustados, y hasta contentos. Lo que escrito está de lo que Él dijo a ellos, es lo que a continuación leemos:

“Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto. Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo. Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo. Ellos, después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo; y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén”. Lucas 24:44-53

¿Te das cuenta a quiénes se les presentó y habló, con quiénes fue que comió y sobre todo a quienes Bendijo...?

¿Entiendes el por qué Él se interesa en discipularte, en formarte para esta Nueva Vida en Cristo?

Si lo entendiste, es porque has pasado de muerte a vida; porque Él, así como aquellos por los que oró al Padre, no para que los sacará del mundo, sino para que los guardará, a ti también te llenará cómo a ellos de la promesa del Padre para que estando en Él realices las buenas obras que te habrá de encomendar.

Edgardo Pabón Miranda