¿Qué hay detrás de la cruz?

¿QUÉ HAY DETRÁS DE LA CRUZ?

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” Galatas 2:20

Después de leer el anterior versículo, surge la siguiente pregunta: 

¿Qué es estar juntamente crucificado con Cristo? 

A lo que se puede responder siguiendo el orden del mismo versicul: es, no vivir para sí mismo, sino dejar que Cristo more en cada ser humano de manera personal.

La CRUZ en la que murió el Salvador del mundo, Jesucristo, ha sido uno de los emblemas y símbolos que ha dividido y perpetuado a la humanidad por miles de generaciones, pues este acto cambió el destino de todo aquel que lo recibe, sigue y obedece genuinamente.

“Cristo nos rescató de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros, pues está escrito: «Maldito todo el que es colgado de un madero»”. Galatas 3:13

La muerte de un rey judío en un madero, era  considerado una  maldición , creó la mayor revolución de la historia,  y trajo consigo el mayor regalo para la humidad: salvación y vida eterna.

Jesús fue a la cruz,  y no había pecado. Él fue a la cruz para cumplir el plan de salvación humana.Y muchas veces, asi pasa con el ser humano:  vive la cruz  y es crucificado por el plan de salvación, para llevar a otros a Cristo, y no exclusivamente por su pecado.Es decir que, el dolor de la cruz tambien se padece a causa del propósito que tienes en Dios.

Por eso, la Palabra del Señor nos dice: “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” Mateo 16:24.

Detrás de la cruz  hay una entrega genuina de amor por el otro. Primero, Cristo muere por ti , y luego tú mueres por Él . Mueres a tu yo, a tu ego, a tu voluntad, a tus rebeliones, iniquidades y transgreciones de manera  voluntaria,  por amor a Él.

Anhelo que hoy entiendas que,  no hay gloria sin cruz; y,  que la resurreción cobró sentido después del padecimiento.

Con alegría, Natalia Torres.