¿QUIÉN MANDA EN TI?
Buenos días iglesia. Invoco el poder de la Sangre de Cristo sobre nosotros, sea Dios protegiéndonos y librando de toda retaliación del enemigo.
El éxito personal consistiría en responder ese interrogante desde la lógica que nos dicta el mundo: ¿QUIEN MÁS QUE YO? Como resultado victorioso de muchas luchas y esfuerzos, por fin puedo ser autónomo, o sea, ¡A MI NADIE ME MANDA, PORQUE EN MI VIDA MANDO YO!
¡Vaya! y pensar que ese fue uno de mis propósitos, hacer mi propia voluntad y no la de mis padres, o la de los profesores, menos la de las autoridades y finalmente, la de mi esposa. ¡Cuánto engaño!, porque en realidad siempre debemos acatar a alguien; porque somos esclavos de algo o de alguien. LA MAYOR PARTE DE NUESTRAS VIDAS HEMOS SIDO ESCLAVOS DEL PECADO.
Lo que el mundo nos presenta como un trofeo, no es más que un vil engaño de Satanás. Eso que nos enseñaron desde niños, y que nosotros también hemos enseñado, es una vulgar manipulación del padre de la mentira. No es algo insignificante, todo lo contrario, con ese sofisma e ilusión, se asegura de amargarnos el existir; con esa fortaleza mental, asegura que cuando te presentes ante el Señor, seas tajantemente rechazado.
¡Imposible, porque Dios quiere que seas feliz y hagas su voluntad! . ¿Te das cuenta cuan atrapado nos tiene esa estrategia satánica?
Debo decirte que es una de las causas para que las promesas sobre cosas temporales que orientarán tu desempeño hacía lo permanente se tarde en realizarse, claro si la voluntad de Dios, es que te salves y no te pierdas.
En este día, he venido a traerte un mensaje de parte de Dios, fundado únicamente en la Palabra, porque el propósito que tiene contigo, es que disfrutes de su promesa junto al Padre eternamente, que no te pierdas y que recibas el galardón por las buenas obras que hayas hecho por el Espíritu.
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Mateo 7:21-23.
Iglesia, se trata de que hagas la voluntad de Dios Padre, la cual te llega por Jesús, y es orientada por el Espíritu Santo. No expongas tu salvación, no podemos seguir siendo cristianos carnales, porque el Padre quiere adoradores que lo adoren en espíritu y en verdad, es decir, adoradores salvados por Jesús y guiados por el Espíritu Santo.
Has la voluntad del Padre y no la tuya, procede como hijo, como ese hijo que honra a su Padre con su vida.
Aquí entiendo, porqué al orgulloso lo mira de lejos. Se trata de Él en ti, y no de ti para ti, sino para el que te salvó e hizo hijo del Padre. Dios te está bendiciendo con esta palabra, porque sus planes contigo, son de bien y no de mal, de bendición y no de condenación.
Edgardo Pabón Miranda
Tremendo, amén
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