QUE TU FE NO SE DEBILITE
No permitas que lo que ves con tus ojos naturales, te roben las fuerzas de la fe, la cual es alimentada a través de la palabra de Dios.
La fe es la confianza en una persona, la certeza de que algo va a ocurrir, confiar en alguien por algo que esa persona prometió hacer a futuro, te llena de esperanza. Cuando pones esa fe en la persona del Padre Celestial, te llenas de confianza: Lo que Él dijo que ocurrirá, pasará.
¿Cómo Fortalezco mi fe?
1. Cuando glorificas al Señor, lo haces ver a Él sabio, amoroso y confiable. Demuestras que crees en Él, y confías en que Él hará lo que prometió, especialmente cuando tus posibilidades sean agotadas. La gloria de Dios es el desbordamiento de su belleza y su veracidad.
El que ha recibido su testimonio atestigua que Dios es veraz.
Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén. Romanos 11:26
Entender que de Él son todas las cosas en la tierra, te llenan de fe; glorificar, dar gracias por todo lo que Él representa, te llena de fuerza y vigor.
2. Cuando escuchas su voz por medio de la palabra:
La fe, viene por el oír y el oír la palabra de Dios. Romanos 10:17
Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12
Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16-17.
Jesús le respondió: —Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Mateo 4:4
De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva. Juan 7:38
Así es también la palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis propósitos. Isaías 55:11
3) Cuando te congregas:
No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Hebreos 10.25
El propósito de congregarnos es para estimularnos al amor y a las buenas obras, y para exhortarnos unos a otros, nos ayuda a hacer firme nuestra profesión de fe, examinarnos a nosotros mismos y comprobar que realmente somos creyentes, porque deseamos ser edificados a través de la palabra de Dios, en la unidad del espíritu; porque Él habita en medio de dos o tres congregados en su nombre.
No es congregarnos con motivos incorrectos, como la vanagloria, amor por las cosas terrenales, esperando que Dios pague su asistencia con “bendiciones” materiales...
La mejor forma de examinarnos a nosotros mismos es nuestra disposición a obedecer la Palabra de Dios a pesar de nuestros errores y debilidades; y parte de sus mandamientos para nosotros es congregarnos.
También nos congregamos para adorar y glorificar a Dios junto con otras personas, que al igual que nosotros están agradecidos con Él por su salvación.
4) Cuando accedes a su gracia:
Cuando se revela la gracia en tu vida esta garantiza su poder; pues habrán cosas en tu vida, que sencillamente van a llegar por su gracia y amor. No necesitas hacer nada, sino confiar en que Él, quien tiene el control de todo, y que su amor infinito hace que grandes cosas sucedan. La gracia trae el favor de Dios en tu vida. El cumplimiento de las promesas, no depende de tu voluntad, sino de la soberana y gracia de Dios.
El Señor te bendiga y te guarde; el Señor te mire con agrado y te extienda su amor; el Señor te muestre su favor y te conceda la paz. Números 6:24-26
Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos. Hebreos 4:16
Con amor, Katherine Rodríguez - Pastora.
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