Perdonar para ser libre

PERDONAR PARA SER LIBRE 

Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.  Efesios 4:32 

El perdón es una de las manifestaciones más grandes de amor que Dios nos regaló al enviarnos a su hijo Jesucristo; sin embargo, nuestra naturaleza pecaminosa no nos permite muchas veces entender el valor y la importancia de este regalo, por lo que Satanás trata de confundirnos y busca que no aceptemos ni otorguemos dicho perdón.


La falta de perdón produce amargura y rencor, y éstas nos hacen esclavos de nosotros mismos y del enemigo. Es por esto, que el camino para ser totalmente libre de todas las ataduras que la ofensa trae, es perdonar. 


Perdonar es un proceso, no es algo que suceda de un día para otro; sin embargo, es una decisión personal permanecer en el perdón, porque esta decisión implica: ir dejando los recuerdos atrás, orar por el que ofende y perdonarlo, confrontarlo en amor, resignarse a vivir con la ofensa cometida si la persona no decide cambiar, y tener claridad que el perdón que se otorga no es sinónimo de masoquismo. 


En definitiva, cuando entendemos que Dios nos hace justicia, y que así como él nos perdonó nosotros también debemos hacerlo, el proceso se hace más fácil y el perdón llega de manera genuina. 


Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor.  Antes bien, «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta».   Romanos 12:18-21 

Con amor, 
Natalia Andrea