Nunca dejes de florecer

NUNCA DEJES DE FLORECER

Bendiciones amado lector. Por estos días está muy usado el término florecer, pero te haz preguntado: ¿los árboles florecen de la nada, o florecen sin ninguna clase de proceso?. 

Si no sabes,  la respuesta es no; para ellos florecer, necesitan pasar por un proceso. Lo mismo sucede con nosotros los seres humanos. Para florecer es necesario vivir procesos, claro que muchas veces nosotros en el afán de sentirnos autosuficientes y querer lograr todo en nuestras fuerzas,  hacemos que ese proceso sea más doloroso, o peor aún, lo hacemos más largo;  sin embargo, hoy quiero decirte que aunque el proceso sea duro, no te desanimes ni te apartes de Papá. 

Aùn si has sido desobediente, Èl  en su infinito amor estará contigo en medio de las dificultades cómo lo hizo con David. Recuerda que el amor de Papá es para siempre. 

Hoy quiero invitarte a leer 2 de crónicas 20:15:

  “y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.”

Y así mismo, como está escrito en ese pasaje bíblico, el Señor te dice: “no temas, ni te desalientes en medio del proceso; no es en tus fuerzas, es en las fuerzas del Padre”.

Dios no quiere que te avergüences de tus pecados delante de Él; sino, que en cambio, recuerdes su infinito amor y vayas a sus brazos  con un corazón arrepentido, contrito e humillado; y sobre todo, que no olvides que en el lugar o situación que vivas, nunca dejes de florecer. 

Bendiciones , Yorcellis García Gamero.