NO SIEMPRE ES LO QUE PARECE
Después Judá tomó mujer para su primogénito Er, la cual se llamaba Tamar. Y Er, el primogénito de Judá, fue malo ante los ojos de Jehová, y le quitó Jehová la vida. Entonces Judá dijo a Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, y despósate con ella, y levanta descendencia a tu hermano. Y sabiendo Onán que la descendencia no había de ser suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar descendencia a su hermano. Y desagradó en ojos de Jehová lo que hacía, y a él también le quitó la vida. Génesis 38:6-10
Muchas veces nos desesperamos en medio de una situación, porque ante nuestros ojos es injusta, y de alguna manera queremos ayudar a Dios.
Tener los ojos puestos en Jesús —el autor y consumador de la fe—, es tener la tranquilidad que aunque veamos lo que veamos, al final el resultado siempre será celestial; porque Dios siempre tiene el control. Es tener la seguridad que al que seguimos, es a un Dios justo que no es deudor de nadie.
En medio de la prueba, Dios está probando tu corazón y ¿cómo sabrás que hay en Él, si no eres probado? ¿Cómo sabrás si en tu corazón hay rabia o amargura? Cuando te enfrentas a una persona mal humorada, ¿cuál es tu reacción?
Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo. 1 Pedro 1:7
Cuando estemos frente a una situación, no miremos a nuestro alrededor, no murmuremos, no juzguemos; porque suele ser engañoso. Miremos hacia el cielo: “puestos los ojos en Jesús”.
Póngale a Dios esa situación en sus manos, no se quede con una parte. Alábelo en todo tiempo y confíe en que al final Dios se mostrará; porque, ¡no siempre es lo que parece!
Con amor,
Ingrid Margarita Salas
Amén, amén
Amén,amén
Amén, amén
que lindo cuando estamos siendo probados, para mi es la certeza de que Dios tiene sus ojos puestos en mi y que necesito poner mis ojos en el, mi confianza en el y mi amor en el.