NO ESCONDAS TU CASO DE ÉXITO
A lo largo de nuestra vida, todos nos hemos preguntado incontables veces cómo alcanzar el éxito; pero la gran verdad es que pocos nos hemos detenido a pensar ¿qué es el éxito?,¿dónde lo encuentro?,¿cómo sé si soy exitoso, o por el contrario, si soy un fracasado?
A pesar de que en los libros se define el éxito como el momento de la vida donde empezamos a cumplir a cabalidad con nuestras metas humanas; es sólo cuando comenzamos a caminar con Papá, que se enciende en nuestro corazón la luz de nuestra única certeza: “éxito, es reconocer que nadie me ama como me ama Dios. Que nadie entregaría, lo que Dios entregó por mí; y nadie nunca me amará, como Dios me ama”. (vuelve a leer estas tres frases).
Cuando miramos nuestra vida desde el inmenso amor de Dios hacia nosotros, es cuando entendemos que cada paso que hemos dado, que cada tropiezo en el camino, cada error cometido, y cada fracaso, han hecho parte del “plan exitoso que el Señor ha diseñado para nosotros", y que lleva nuestro nombre. Pero me pregunto:
-¿Qué debemos hacer cuando entendemos que somos exitosos bajo la mirada de Dios?
-¿Qué debemos hacer con la historia que Dios escribió , y que lleva por titulo “mi nombre”?
-¿Qué hago con todo lo bueno que Dios ha hecho por mí?.
La respuesta es clara: contar, hablar y mostrarle al mundo , lo bueno que Dios ha sido conmigo y con los míos.
Hoy comprendo, que cada uno es testimonio de lo que Dios hizo, hace, y hará; por tanto, mi vida es mi mayor “caso de éxito”; y lo que Papá hizo, hace y hará con ella tiene un propósito, pues hago parte de su plan perfecto, incluso desde antes de nacer. Yo no lo escogí, ÉL me escogió; y así lo dice su Palabra:
“No me escogieron ustedes a mi, sino que yo los escogí a ustedes y los he puesto para que vayan y lleven fruto” Juan 15:16
Por tanto, debemos entender que nuestro testimonio da fruto en otros. Por eso, no debemos callar lo bueno que ha sido Dios; debemos contarle al mundo, que Él puso su mirada sobre nosotros desde antes de ver la luz por primera vez; que Él nos levantó el día que caímos; que nuestras caídas tienen un propósito; y que corre por nuestras venas , el verdadero éxito: “ser amados por Dios , y sentir todos los días la grandeza de ese amor, que sin merecerlo, se nos ha dado.
¡No escondas tu caso de éxito! Sal al mundo; ¡cuéntale lo mucho que Dios te ama, y siembra en otros ese mismo amor indescriptible e inimaginable!
Tu vida es un CASO DE ÉXITO porque Dios así lo decidió…
¡NO TE ESCONDAS!
Atte. Carolina Vásquez.
AMÉN 😍
Amén
Excelente devocional. Bendiciones Carolina , que siga el Señor usándote para edificar vidas.