Mi propia muerte
- DevocionalesICBN
- 22 nov 2021
- 1 Min. de lectura

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20El negarme a mí mismo para hacer la voluntad del Padre, significa morir a mi “yo”, solamente para que Cristo viva en mí.El mayor ejemplo de morir a nuestros propios planes fue, ha sido y será Jesús. Antes de morir dijo: “Padre pasa de mí esta copa, que no se haga lo que yo quiero, sino que se haga tu voluntad”.
El sometimiento a Dios implica morir a todo lo que hay en mí y que no va acorde al diseño de Dios en mi vida. Desde el momento que yo le entregué mi vida a Él, reconociendo que Él dio su vida por mí, que yo le pertenezco y por ende que su voluntad debe ser la prioridad en lo que yo soy.
Mi Oración junto contigo es: Padre amado, gracias por entregar a tu hijo por mí; hoy, quiero pedirte en el nombre de Jesús que me ayudes, así como lo hiciste con el Apóstol Pablo que, aunque experimentó el sufrimiento de seguirte a ti, murió a si mismo con tal de agradarte. Hoy quiero seguir en la determinación de morir a lo que no es tuyo para que tú vivas más y más en mí.
Te bendigo,
Elías Ariza








Amén