Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
Lucas 4: 1-2
El Señor te prepara para el desierto. El Señor te prepara para que sepas afrontar la tentación, es cuestión de saber desarrollar intimidad con la Trinidad , porque un día el hambre tocará tu puerta, solamente para probarte. El hambre significa: carencia de algo, necesidad.
¿De qué careces? ¿Cuál es tu necesidad? ¿Cómo haríamos nosotros si se nos presenta lo que nosotros queremos, pero no en la forma que El Padre lo estableció?
Resistamos un poco más, estamos a punto de ver el cumplimiento. No vendamos nuestra primogenitura por algo que después no valdrá la pena. Sí Jesús venció, yo también puedo vencer.
Hoy, fortalece tu mentalidad en Jesús; entiende que el Señor no hace intercambios con el enemigo. Aquí hay una línea delgada, José mantuvo su integridad, pero fue la gracia de Dios que intervino para favorecerlo. Distingamos cuándo es la gracia de Dios, y cuándo es un canje del enemigo.
Te bendigo, Elías Ariza
Ameeen amén, necesitamos discernimiento para diferenciar cuando algo viene o no de Dios, esto solo se logra manteniendo una comunión, una intimidad con el Espíritu Santo.
El Señor nos de la Sabiduría y el Discernimiento para distinguir, soportar y superar la tentación, para aprobar las pruebas que él nos
Amén amén amén!!