Mi padre

MI PADRE

Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. Apocalipsis 1:8

¡Espíritu Santo, lléname! A partir de hoy mis días deberían iniciar así, pidiéndote que me llenes. Eres merecedor de la mejor alabanza. Sin ti no encuentro el sentido a mi caminar; sin ti, mi vida es silencio. Eres el Rey perfecto, tu gloria no tiene comparación. Un día diste a tu hijo por mí, por amor a mí. Al tercer día se levantó de su sepulcro y me dio vida eterna.

Hoy, entono cánticos y adoraciones; mi corazón se llena de gozo. Las palabras no las conozco, mi mente no las entiende. La palabra dice que con gemidos indecibles intercedes por mi.

No encuentro las palabras porque no existe alguna que describa un amor como el tuyo. ¿Cómo no creer en tu sacrificio,? ¿Cómo no creer en la persona que marcó la historia, el ser más perfecto que ha pisado estas tierras?

Bajaste como un humano cualquiera; destrozaste, derrumbaste, arrancaste y derribaste altares, prejuicios y leyes humana. Ante sus dioses te presentaron, y no hay uno como tú, Él Dios verdadero; el único que tiene un nombre sobre todo nombre. Toda vida y toda la creación se inclina ante ti.

Javier Pertuz