Los misterios financieros que nos bendicen - Parte III

LOS MISTERIOS FINANCIEROS QUE NOS BENDICEN
SERIE – PARTE III

¿POR QUÉ NO ACCEDEMOS A LOS MISTERIOS? 

Porque nos falta tener identidad de hijos 

La Palabra dice, que somos llamados “sus hijos”, porque con amor Él nos llamó; pero a veces, aunque lo sabemos, no lo creemos; y es una verdad que necesita ser revelada, para poder tener acceso a todas aquellas cosas que Él preparó para nosotros, y son sus bendiciones, es más nuestra herencia como hijos.

1 JUAN 3- Los hijos de Dios:
 “Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios. Y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a Él.”
 
Cuando se te revela que ¨eres hijo¨, entonces accedes a esa herencia, gracia, dones, salvación, y los misterios son para los hijos; por eso, la parábola del “hijo prodigo”. Él entendió al final, que era hijo; por eso, vino por lo que le correspondía (Lucas 15:11-32). Este hijo pródigo que dice la palabra, en algún momento le sirvió a otro señor, hasta que reconoció a su padre.

Escrito está:  Mateo 6: 24 “Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o apreciará a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a Dios y a las riquezas.”

El hijo pródigo, le estaba sirviendo a otro señor. Cuando hacemos esto que él hizo, estamos desconociendo que somos hijos. Hay una verdad financiera detrás de todo esto, y es el diezmo: cuando tú eres hijo, tú llevas tu diezmo al lugar donde te congregas, porque entendiste que el dinero le sirve al Reino de Dios, y es para edificar su obra.

Por eso, cuando diezmas eres bendecido con victorias en el ámbito espiritual de la guerra; ¿sabes por qué?: porque Jehová de los ejércitos se levanta a tu favor para defenderte y darte las victorias; tienes una legalidad en el mundo espiritual, lo que te da autoridad para pelear por lo que te corresponde como hijo.

Y aunque el enemigo quiera robarte, hay un cerco de protección que te protege y cuida.

El diezmo dice la palabra:

Malaquías 3:10 “Traigan todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y pónganme ahora a prueba en esto», dice el Señor de los ejércitos, «si no les abro las ventanas de los cielos, y derramo para ustedes bendición hasta que sobreabunde”

Cuando diezmas, eres bendecido con toda clase de bendiciones espirituales y materiales.

Declaro en el nombre de Jesús, que si estás leyendo este devocional, la Palabra de Dios se te revela en el espíritu y puedes aprender a ejercer esta verdad, para que seas bendecido.

Con amor, Katherine Rodríguez V, Pastora.