Los frutos

LOS FRUTOS

"Por sus frutos los conoceréis". Mateo 7:20

Buenos días iglesia. A la luz de ese versículo bíblico, te invito a que te eches una revisadita de que había en ti hace un tiempo cuando aún eras una persona normal, igualita a las demás que están en el mundo, ¿qué tipo de persona eras, qué pensamientos, intereses, valores, prioridades, satisfacciones, quereres, luchas, búsquedas, resentimientos, dolores emocionales, rencores tenías?, ¿Cómo eran tus relaciones familiares e interpersonales?, ¿Qué sentires te dominaban?, ¿Cómo tomabas cada nuevo día? , ¿En quién y en qué creías, qué esperabas? Ahora mírate, ¿cuáles son tus expectativas actuales, qué quieres hacer, qué esperas, qué deseas para ti, para los tuyos, para tus amigos, para los demás, en pos de qué andas, cómo es tu satisfacción en los últimos tiempos, cómo son tus relaciones y sentimientos con los demás, cómo ves cada amanecer que Dios te regala, siguen los mismos sentimientos de adversidad en ti hacia otros e inclusive hacía ti?  ¿Qué esperas, en qué y en quién crees, a quién amas por encima de ti? 

Si ves algunos cambios, estos obedecen al nuevo habitante que hay en ti; porque desde que Cristo entró a tu vida, cuando te perdonó, cuando te justificó y te hizo hijo adoptivo de Dios, en ese momento  te selló con su Espíritu Santo, y este, te hace fructificar en Él, te genera los deseos de cambiar;  es Él quien te interesa en las cosas del Padre y  es Él quien te revela al hijo;  es Él quien te impulsa permanentemente y no te deja caer,  pero si caes, te levanta y te dice: ¡levántate y anda, que largo camino te espera! El Espíritu Santo es quien te hace ver la vida distinta, el que te ha ido sanando y liberando en el nombre de Jesús, el que te hace tener hambre y sed de Dios, el que te enseña, el que te ha llenado de amor y te dice

"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros". Gálatas 5:22-26

¿Ahora, qué te hace feliz?, ¿qué frutos en ti?

Por sus frutos los conoceréis. Mateo 7:20

Edgardo Pabón Miranda