Llegó la navidad

¡Buenos días iglesia! Desde hace unos meses, al pasar el dial del radio, o en la calle oímos avisos que nos alertan: "se siente que viene diciembre"... nos están preparando para que como sea -sin importar la situación en que se encuentra la humanidad-, tengamos comprar regalos y  festejar la navidad , porque navidad para el mundo es  incremento del consumo de todo.  El mundo nos condiciona a gastar en exceso y si no tenemos cómo hacerlo, nos sentimos mal y nos llenamos de frustración por no tener para comprar más.

El nacimiento de Jesús, vivámoslo como verdaderos cristianos, no a la manera que el mundo nos enseñó; sino haciendo misericordia y entregando amor, portando su gracia y su favor.  Siendo el reflejo de ese Cristo que más que nacer como niño cada año, es a nosotros -los que creemos en Él- a quienes nos hizo nacer de nuevo y nos ha dado una vida abundante.

Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. Nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error. Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. 

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por Él.  1 Juan 4:5-9

Vivimos en y por Cristo, eso debe notarse, no sólo en diciembre, sino todos los días como cristianos; somos sal de la tierra y luz del mundo.  No mostramos una apariencia por la temporada decembrina, a través de un vestido que estrenamos, de una fachada o la vivienda que se pinta, de luces que signifiquen que estamos de fiesta, de un regalo por merecimiento; sino, a través de que hemos nacido de nuevo, que irradiamos la presencia del Salvador del mundo, del Hijo de Dios, de nuestro Señor Jesús.  

Que la luz que resplandezca sea la de Cristo en nosotros, porque la casa que somos nosotros más que pintada, ha sido renovada totalmente; pues ahora desde esta vida abundante que nos ha dado, podemos decir: "ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mi".

No te mates, ni te amargues por una navidad, todo lo contrario, gózate lo que eres, en el que aparentemente se celebra.  Por tanto: ¡Felicidades por tu nuevo nacimiento!, por el nacimiento de Cristo en ti.  El Reino ya llegó y para mostrarlo en éste siglo, nos hizo nacer de nuevo.  Llegó la navidad, en ella también experimentamos y mostramos el gozo del que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén

Edgardo Pabón Miranda