¡Levántate!

¡¡LEVÁNTATE! 

¡Levántate, Jerusalén! Que brille tu luz para que todos la vean. pues la gloria del Señor se levanta para resplandecer sobre ti. Una oscuridad negra como la noche cubre a todas las naciones de la tierra, pero la gloria del Señor se levanta y aparece sobre ti. Isaías 60: 1-2
 
Levantémonos a dar gracias, porque la GRACIA de Dios está haciendo brillar nuestras vidas. Cuando esto sucede, vienen cambios, viene transformación para ti y para los tuyos. Cuando somos jóvenes, queremos comernos el mundo, y “disfrutar” de todo lo que el mundo nos ofrece; pero todas esas cosas son vanas y pasajeras.

Le damos la espalda a aquel que por mucho tiempo ha estado ahí, para ti, aquel, que cuando le buscas, está esperándote con los brazos abiertos para amarte, para consolarte, para darte ánimo en medio de las dificultades, aquel que tal vez solo buscas cuando te sobra el tiempo para buscarlo. Solemos decir, “después me pongo firme con Dios”, “después lo busco “; pero en el fondo, sabemos que ninguna de esas cosas llena nuestra vida.

Hoy quiero presentarte, a un Dios de amor, a un Jesús, que día a día está esperando para entablar una relación de amor contigo, una relación que te llene de su presencia, donde no tengas que buscar amigos, parejas, ni refugiarte en el alcohol para poder sentirte pleno y feliz, porque Él, es quien suple y sana toda herida que hay en nuestro corazón, que nos hace sentir infelices y vacíos.

Cuando te dispones y anhelas esa transformación, Él lo cambia todo en un segundo. Cuando crees que todo está peor, es cuando Él más se glorifica en tu vida. 

Así que, resplandece hoy, que todos vean que aún en medio de este tiempo, para ti ha sido un tiempo de cambios, donde su gracia te ha acompañado a diario.  Declaro, que a partir de hoy vienen tiempos de ver “los de repente de Dios” en tu vida. 

Con amor,

Hilary Madrid Farelo