Lealtad con Dios

LEALTAD CON DIOS

Salmos 106:45 “Mas la misericordia del Señor es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen, y su justicia para los hijos de los hijos, para los que guardan su pacto y se acuerdan de sus preceptos para cumplirlos”.

La lealtad tiene tres pasos: 

EL HONOR: es la cualidad moral que impulsa a una persona a actuar rectamente, cumpliendo su deber y de acuerdo con la moral, respecto al prójimo y a uno mismo.
LA GRATITUD: sentimiento de estima y reconocimiento que una persona tiene hacia quien le ha hecho un favor o prestado un servicio, por el cual desea corresponderle, y devolver lo recibido.
LA FIDELILDAD: firmeza y constancia en los afectos, ideas y obligaciones, y en el cumplimiento de los compromisos establecidos.

LEALTAD es la virtud que exige honor, gratitud y fidelidad.
¿Realmente estamos siendo leales? ¿Cumplimos estas 3 características; honor, fidelidad, gratitud a nuestro Señor, Rey de Reyes y Señor de Señores? No es de palabra, es de corazón. Sólo Él conoce nuestro corazón; pero, somos nosotros los que nos hacemos esa pregunta. Jesús fue leal con nosotros, y por los siglo de los siglo lo seguirá siendo. Su corazón es puro y limpio. Por su lealtad dio su vida por nosotros. Que Papá Dios nos revele y de discernimiento para entender ese grado de lealtad que Jesús tuvo.

Confrontémonos nosotros mismos, si realmente estamos siendo leales en todas las  áreas de nuestra vida: en lo personal, familiar, espiritual, laboral, en nuestras finanzas, con el prójimo...

1 Samuel 26:23 “Y Jehová pague a cada uno su justicia y su lealtad; pues Jehová te había entregado hoy en mi mano, mas yo no quise extender mi mano contra el ungido de Jehová.”

En  la palabra de Dios está descrito el momento en que David le perdona la vida a Saúl en el desierto de Zif, ya que David reconocía que Saul era el ungido de Jehová; y aunque Saúl lo perseguía para matarlo, David fue leal al rey hasta el último momento.

Dios es amor.

Rafael Palmera Charris