Las aguas mansas

LAS AGUAS MANSAS

“Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. Mateo 8:26

¡Hoy, hay Bonanza para ti! 

Una de las señales de que hemos entrado en el tiempo de la cosecha, es que las aguas que se habían levantado como una tempestad, con estruendo y turbulencia, se aquietan. Incluso hasta habíamos pensado que se habían olvidado de nosotros, pero no es así. 

Esas aguas que se habían levantado para probarnos; y los torrentes del abismo que quisieron anegarnos, se convierten en aguas mansas, tranquilas y enmudecidas. Son aguas y ríos de paz, que traen refrigerio a tu interior. Esos, son ríos de adoración; porque tu adoración es llevada a otro nivel en el Espíritu Santo.

¡Adora en tu aposento!

Te bendigo, Elías Ariza.