LA ORACIÓN QUE TRAE JUSTICIA
“Oh Jehová, mira por mí, y oye la voz de los que contienden conmigo.” Jeremías 18: 19.
Desde tiempos antiguos claramente ha existido la idolatría, la incredulidad, la rebeldía y el desagradecimiento. Dios le habló a Jeremías y le indicó qué debía decirle al pueblo para que este cambiara su mentalidad y reaccionara. Este pueblo, era cada vez más rebelde y continuaba en pos de dioses extraños e ídolos en su corazón.
Un día, este pueblo decide conspirar contra ese varón de Dios, Jeremías. Decidieron no escuchar mas lo que saliese de su boca (Jeremías 18:18). De inmediato, Jeremías se va a la presencia de Dios, a buscarlo en oración. No pidió piedad ni misericordia para este pueblo. ¡No señores!, él pidió justicia. No le pidió a Dios que perdonase la maldad del pueblo, ni que borrase sus pecados ( Jeremías 18:23) , pidió justicia.
¿Crees tú que Jeremías hizo mal? ¿Crees que la oración que hizo, fue la correcta? Yo, sí. Habrá momentos en la vida en que experimentaremos en carne propia lo que Jeremías vivió. De repente esas personas para las que un día fuiste de bendición pueden comenzar a conspirar contra ti, debido a su malvado corazón. En ese momento, tu actitud debe ser orar; orar, no pidiendo piedad, sino pidiendo justicia divina. Él es quien hace justicia. Él es nuestro abogado defensor, deja todo en sus manos y descansa.
Dios te guarde y te bendiga.
Disley Sierra
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