“Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. 4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;(A) 5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante”. Génesis 4: 3-5
Querido hermano, ¿cómo estás presentando tu ofrenda ante Dios? ¿Con qué intención la das? Ofrendar es dar sin esperar nada a cambio, dar lo mejor que tienes. ¿Estás dando lo mejor que tienes a Dios?
La mejor ofrenda que das al Padre debe ser tu mejor adoración, tu búsqueda diaria; no como una obligación, sino porque lo anhelas de corazón. Él conoce nuestras intenciones.
“Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos, Dad a Jehová la gloria y el poder. Dad a Jehová la honra debida a su nombre; traed ofrendas, y venid a sus atrios. Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad; temed delante de él, toda la tierra”. Salmos 96: 7-9
Hoy, te invito a que te sumerjas en su presencia y rindas a Él tu mejor ofrenda, No olvides que una de las maneras de hacerlo también es cumpliendo sus mandatos, y obedeciendo su palabra.
Preséntate a Él con un corazón quebrantado, adórale en todo tiempo.
Te bendigo, Sary Sánchez
Amén. Ayúdanos a ser obedientes y honrarte con nuestras mejores ofrendas.
Amén
Amén
Amén