La maldad que mora en mí

LA MALDAD QUE MORA EN MI

Basado en Romanos 7.

Hay una verdad que no puede ser oculta, y es el reconocer que hay un mal dentro de cada uno de nosotros que nos lleva a tomar malas decisiones y a lastimar a los demás ; nos lleva a perjudicar a otros y a perjudicarnos a nosotros mismos. Esa maldad que mora en nosotros, algunas veces se hace visible, otras no. ¡Tremendo!, esa maldad te lleva a hacer daño y a que te lo hagan. Es por eso, la importancia de buscar a Dios. 

Hay cosas que hacemos y luego nos duelen. Hay cosas que no pensamos bien,  y luego lastimamos a otros sin recordar que hay una generación que también puede verse perjudicada, en este caso, los hijos. Hay daños que se manifiestan con el crecimiento, pero todo ello viene de esa misma maldad que carcome el alma.  Es triste ver que muchas personas pagan por ello y se vuelve como una cadena  de destrucción.

Gracias a Dios por Cristo Jesús, porque a través de su sacrificio recibimos perdón cada día; pero no debemos ser descuidados con ese amor y su gracia que nos levanta.

En esta hora, te invito a reflexionar, para que esa maldad sea arrancada por el Padre.  Algunos pueden decir: "eso nunca va a pasar".  Te puedo asegurar que del pensamiento a la acción hay un pequeño paso, y eso busca Papá: ir trabajando para que dejemos de accionar el mal ,y en su lugar ayudemos a levantar a otros.

La maldad que mora en nosotros se basa en muchas cosas, entre ellas está el inconformismo, el cual nos lleva a dañar familias, a querer lo que otros tienen, haciéndonos inconformes y queriendo que otros nos vean o amen como creemos merecerlo, sin importarnos qué familias o personas sean destruidas. 

Es lamentable, ver cómo podemos hacer daño sin fijarnos en que el tiempo pasa factura. Todo el mal que hoy se siembra, querido lector, te informo  que si no te arrepientes, ese mismo mal te será devuelto cobrando tu vida, salud, finanzas y familia.

Disley Sierra