La grandeza y señorío de la voz de Dios

"Por eso también se estremece mi corazón, y salta de su lugar. Oíd atentamente el estrépito de su voz, y el sonido que sale de su boca. Debajo de todos los cielos lo dirige, y su luz hasta los fines de la tierra. Después de ella brama el sonido, truena él con voz majestuosa; Y aunque sea oída su voz, no los detiene. Truena Dios maravillosamente con su voz; él hace grandes cosas, que nosotros no entendemos. Porque a la nieve dice: desciende a la tierra; también a la llovizna, y a los aguaceros torrenciales". Job 37: 1-6

Escucha la voz omnipotente de Dios, porque su voz está llena de poder. Él dijo en Génesis: "HÁGASE LA LUZ”, y la luz fue creada con todo el resto de la creación, porque su VOZ potente resuena sobre la tierra. Su voz es potente y majestuosa. Él habla y hay rompimiento; hace temblar los lugares desolados; se crean cosas donde no había nada, porque su voz gobierna sobre todo: los cielos, la tierra y debajo de la tierra. 
 
Por eso, cuando críticas, juzgas o peleas con el Eterno Dios porque no has visto tus promesas cumplidas estás dudando de su poder, de lo que Él habló a tu vida y empiezas a tratar de encontrar respuestas, pero hay cosas que en la soberanía de Él no se van a revelar porque sencillamente Él es Dios; por eso, Job después de confrontar a Dios, tuvo que decirle al Señor: “No soy nada, ¿cómo podría yo, encontrar las respuestas? Me taparé la boca con la mano, ya hablé demasiado, no tengo mas nada que decir.” Cuando fue confrontado por Dios, se dio cuenta de su ignorancia.

A veces no escuchas la voz de Dios, y hablas sin parar; pones en duda la sabiduría de Dios. En las muchas palabras hay necedad. Hablamos sin conocer.  

Cuando logras entender que todas las cosas vienen de Dios, y existen por Él y para Él; que cuando Él habla, su palabra no se devuelve vacía, sino que cumple el propósito para el cual fue enviada, entonces, te llenas de fe sabiendo que si Dios lo habló, nadie podrá impedir que ocurra. 

Oro en este día para que en tu corazón haya arrepentimiento, porque no has oído lo que el Padre ha querido hacer con tu vida. No es tiempo para hablar tanto, sino para escuchar su voz.  Él está dentro de ti. 

Dios tiene muchas formas de hablar. Su manera más impactante de hacerlo es el lenguaje de amor que vemos través de toda la creación: en los cielos, la lluvia, la tierra, las flores, los animales, está dentro de ti.

Hay tres (3) voces: la del enemigo, la tuya, y la de Dios.
Silencia las voces contrarias, aquellas que hablan a tu oído para hacerte dudar y para que retroceda. Silencia aquella voz que está en tu interior y que sólo te hace hablar por hablar, o hablar para juzgar y cuestionar. Pero existe la voz de Dios, que te susurra al oído para mostrarte el camino que conduce hacia Él. 

Aprende a discernir su voz: lo harás a través de tener un contacto directo con Él diariamente. A través de la oración y de la lectura de su Palabra, experimentarás su fidelidad y aumentarás la confianza, y solo saldrá una voz de ti, la voz que anuncia las buenas nuevas de Jesucristo. Al final reconocerás que hasta ahora sólo habías oído, pero no escuchabas su voz porque no la conocías; pero ahora tus ojos se abrieron , lo has visto, y te has deleitado en su presencia. 

Te retractarás de todo lo que un día dijiste, porque hablabas cosas que no sabías. Entonces, lo sobrenatural de Dios, su poder y gloria, serán manifestados a tu vida como nunca antes. Porque cosas que ojo no vio, ni oído había oído serán las que Dios entregará para ti. 
Katherine Rodríguez Vizcaíno, Pastora y Profeta.