¡Hay un milagro!

¡HAY UN MILAGRO! 
Hola querido lector, hoy quiero decirte que aparte de tener el milagro de la vida, hay un suceso extraordinario a punto de ocurrir en tu vida: estás a punto de ser sorprendido. Sí, así como ocurre en (Mateo 8, 1-4)

 Al bajar Jesús por la ladera del monte, grandes multitudes lo seguían. 2 De repente, un hombre con lepra se le acercó y se arrodilló delante de él.                                                                                                                                   —Señor—dijo el hombre—, si tú quieres, puedes sanarme y dejarme limpio. Jesús extendió la mano y lo tocó.                                                                                                  —Sí quiero—dijo—. ¡Queda sano! Al instante, la lepra desapareció.

Quizá, tú has estado en esa condición del leproso, pero haz olvidado postrarte ante el que todo lo puede, ante tu Padre bueno que tanto nos ama. ¿Sabes?, su amor es para siempre y Él siempre tiene una oportunidad para sus escogidos, y así como hizo con el leproso que lo sorprendió y le entregó su milagro, así quiere hacer contigo, porque quizás tú has estado esperando tu milagro de sanidad física y espiritual, tu milagro familiar, tu milagro financiero, tu esposa o esposo; pero te tengo una noticia, tú contarás ese testimonio;  o sea, ese milagro tus ojos lo verán,  porque Dios ya no quiere verte esperar más, simplemente quiere que entiendas que toda espera tiene su recompensa, porque Él no quiere darte lo bueno, Él quiere darte lo mejor;  simplemente está preparando tu corazón, porque quiere que puedas disfrutar tu milagro a plenitud , quiere sorprenderte y que no te quede duda que Él es el  Todopoderoso y que sus planes siempre son mayores y mejores que los nuestros. 


No te olvides de testificar y contar las maravillas de Dios en tu vida, pero sobre todo no te olvides que Dios es bueno. Que Él es “el que es” y que para siempre es su amor. Estás en tu mejor temporada: cuéntalo, dilo, háblalo, decláralo, porque el tiempo del cumplimiento ya llegó. Así como Jesús le dijo al leproso: “- Sí quiero”, hoy te lo dice a ti: “Sí quiero ¿habrá algo que no pueda hacer por ti, si yo te he dado vida?”


Este año no terminará como los anteriores, hay regalos para ti;  hay cosas nuevas para ti, porque lo viejo quedo atrás. Ahora, Dios te corona de gracia y favor. No olvides bendecir la tierra que te ha bendecido y dar gracias en todo momento.

Bendiciones y puertas abiertas para ti.

Yorcellis García Gamero.