HAGAMOS LIMONADA
¿Cuántas veces has planeado algo y no lo has logrado? Yo, muchas. Cuando nuestros planes no salen como lo deseamos, sentimos dentro de nosotros: tristeza, angustia, decepción, frustración y enojo. Por estar viviendo algo que nosotros simplemente no planeamos ni deseamos, nos hemos enojado contra el mundo, y en otras ocasiones nos hemos enojado contra Dios. ¿Te ha pasado a ti? A mí, sí.
Estamos acostumbrados a tener el control de todo: de nuestro tiempo, nuestra casa, del auto, de lo que se sirve en la mesa, de los horarios…etc.; entonces, cuando algo no sale como queremos sentimos que perdimos el control y nos llenamos de ansiedad y angustia. Hoy quiero que pensemos en algo: sólo Dios tiene el control de absolutamente todo.
Un ejemplo claro de que no tenemos el control de nada, fue la pandemia que vivimos. Antes de marzo del 2020, teníamos muchos planes: algunos se iban a casar con una gran fiesta, pero las fiestas quedaron canceladas; otros tenían grandes viajes planeados para iniciar, y las fronteras fueron cerradas; algunos planeaban comprar bienes con los salarios que ganaban, pero perdieron el trabajo; otros hicieron planes con personas que hoy ya no están, porque fallecieron víctimas de esta pandemia. Entonces, ¿será que somos dueños del tiempo y de las situaciones? No, no lo somos. Sólo Dios sabe cuáles son los planes que Él tiene para nosotros.
Recuerda: todos estamos llenos de historias como estas, donde la vida cambió en un instante; pero sabemos que sólo Dios es dueño de la vida y el único que tiene el control. Dejemos que sea Él quien dirija nuestros pasos hacia donde mejor le parezca, hacia el lugar y asignación que Él tiene preparados para nosotros.
"El corazón del hombre planea su camino, Pero el Señor es quien dirige sus pasos". Prov. 16:9
Hoy, declara con tu boca: “Señor, dirige mis pasos”.
Sólo recuerda: si la vida te da limones: ¡hagamos limonada! Y no cualquier limonada, hagamos la mejor limonada.
Claudette Saade
Amén 🙌