¿EXISTEN LAS CASUALIDADES?
"Porque a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios…" Hechos 13:36
Mis hermanos, desde que sigo el camino de mi Padre, sé que nada es casualidad. Hace poco tiempo me encontraba leyendo un libro titulado “La vida conducida por propósitos: ¿Para qué estoy aquí en la tierra?” Esta obra consta de cuarenta capítulos y relaciona cerca de mil quinientos versículos de la biblia; y por sugerencia del autor, debe ser leído un capítulo por día; así que me programé a leerlo en aproximadamente mes y medio. Las cosas no se dieron como lo pensé, me atrasé como una semana, pero para la gloria de Dios y con mucha alegría, un día no presupuestado leí el capítulo número cuarenta.
Vaya sorpresa me llevé cuando vi que el autor tomaba justamente uno de los versículos del capítulo que ese mismo día yo había leído en mi momento de intimidad con el Señor (8 horas atrás) y cuyo primer subtítulo era: “Bernabé y Saulo comienzan su primer viaje misionero”. En los últimos párrafos de su libro, el autor expresa: "Hace unos 30 años, noté una pequeña frase de Hechos 13:36 que cambió la dirección de mi vida para siempre”… y tampoco fue casualidad que iniciara a leer este último libro (Hechos de los apóstoles), faltando poco tiempo para terminar mi libro y cuyos capítulos finales explicarán los dos últimos propósitos de los cinco propósitos que Dios tiene para nosotros: “usted fue moldeado para servir a Dios y usted fue hecho para una misión”.
Padre amado, tú sabía que antes de leer estas dos obras, yo estaba dudosa, no sabía qué hacer con mi vida y cada día te preguntada: Papá, ¿cuál es mi propósito?, ¿para qué me has creado? ¿qué quieres que haga? Hoy, gracias a ti puedo decir que estoy tranquila, que ya no me subestimo a mí misma, que debo esperar, y sé que tú poco a poco me irás guiando y dando respuesta a todas y cada una de mis preguntas. Gracias Papá por responder a mis preguntas: “Vivir con propósito es la única manera de realmente vivir. Todo lo demás es solamente existir”
Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra (Hechos 13:47).
Lorena Díaz Castilla
Gloria a Dios Lore. Dios te siga bendiciendo!! El
Recuerdo un letrero que recibía a los que llegaban a Fundación: "El que no vive para servir, no sirve para vivir".
El servirle a Dios no es por desocupación, es por amor, es la manera de realizar en el prójimo lo que abunda en nuestro ser, a la vez somos útiles en Sus manos, siervos Suyos somos.
Queremos servir a Dios, cuando la Verdad habita en nosotros, cuando sabemos cuál es el Camino, porque entendimos, cuál es el sentido y propósito de nuestra Vida, Jesús el Hijo amado del Padre, nos lo revela Su Espíritu Santo.