ESPÍRITU SANTO, INTERCEDE POR MI
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.” Romanos 8:26
La dulce y tierna persona del Espíritu Santo intercede por mí en un lenguaje celestial, para darme lo que verdaderamente necesito.
¿Cuántas veces hemos orado en la sabiduría humana, o en la lógica, o en la experiencia? El verdadero lenguaje del Espíritu no es el español, son gemidos indecibles; son intercesiones proféticas que salen de las entrañas del espíritu con fervor y pasión, para ser guiados a toda verdad.
La verdad, Jesús me hace libre de pensamientos, emociones y demás cosas que no me alinean al propósito del Padre. Existe un solo mediador entre nosotros y el Padre, es Jesús. El Espíritu Santo te lleva a Jesús, y Jesús al Padre. Nuestro hermano mayor, Jesús, intercede por nosotros ante el Padre; y conforme a su voluntad, Él nos oye y cumple.
¿Estamos pidiendo algo y no vemos respuesta, o no sabemos cómo pedir? En tu oración, dile: “Espíritu Santo, eres bienvenido, quiero entrar en tu presencia; desciende e intercede por mí, solo tú sabes lo que necesito. Dame un corazón entendido para hacer tu voluntad, porque tu buen Espíritu me guía a tierra de rectitud.” Y allí, comienzas a adorar, porque esa es la primera necesidad del Reino. Hazlo hasta que entres en las profundidades y Jesús te hable. El resto es tuyo y de Dios.
Te bendigo! Elías Ariza.
Amén
Amén