ESCOGE TU COSECHA
Buenos días iglesia. Tenemos el alma dispuesta para el tiempo de cosecha que con júbilo nos viene anunciando el Señor; así como anunció la venida del Mesías, al que todos tuvieron ahí entre ellos, algunos lo acogieron, sólo algunos, no todos; porque como escribió el evangelista Juan: “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” Juan 1:11-13.
El tiempo de la cosecha ya es; de cada uno depende lo que quiere cosechar, y cuánto espera le alcance lo que coseche.
El tiempo de la cosecha, no es un embeleco; tampoco es una motivación religiosa, menos aún una ilusión, es nuestra realidad actual, dispuesta para esta temporada por el dueño de los cielos y de la tierra.
Entonces, ¿qué hemos de cosechar?
El Señor, hoy te confirma su voluntad. Dispón tu terreno para que la semilla que Él siembra fructifique en la mejor escala, como en la parábola del Sembrador.
“Y tú volverás, y oirás la voz de Jehová, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy. Y te hará Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Jehová volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres, cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos? *Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas. Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella*. A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar." Deuteronomio 30:8-20
Tú decides que quieres cosechar para ti y para los que Dios te ha encomendado, ¿su Bendición o su maldición?
¡La Cosecha es real, te está esperando!
Edgardo Pabón M.
Amén-Amén
Amén
Amén. Recibo y me dispongo !!
Amennnnn