Enfócate

Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén. Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.

Lucas 13: 22-24.

¿Qué te distrae?

¿Qué te está impidiendo entrar a la puerta angosta?

¿Realmente vale la pena dejar de hacer lo que Dios te mandó a causa del hombre?

Si tu mirada aún no está puesta en el autor y consumador de la fe te informo que todo lo que suceda a tu alrededor o en tu familia te afectará de tal magnitud que tu vida espiritual se irá apagando hasta que el Espíritu Santo se aleje y no sepas cuándo pasó.

Enfócate, repito, enfócate en lo que Dios diseñó contigo. Echa a un lado tus cargas y descansa en el Rey, deja pulir tu carácter y pelea por esas bendiciones que ya están, sólo que aún tus ojos naturales no lo ven.

Ama como Dios ama, perdona como Dios perdona, valora como Dios valora y agradece como Dios agradece.

Cuida a los tuyos, y deja que cada quien haga lo que tiene que hacer. Un día me dijeron: no puedes ser mejor que Dios, y así lo comprobé. Hay momentos en la vida, que debes caminar y dejar que otros también aprendan a hacerlo solo dependiendo del Padre.

Anímate y esfuérzate para entrar en la puerta estrecha.

¡Dios te bendiga! Feliz noche

Disley Sierra