Devocional basado en la lectura de Génesis 39 a Génesis 41
Nuestros enemigos pueden despojarnos de las cosas materiales: nuestra ropa, casa u otra cosa externa... Pueden hasta quitarnos las distinciones, pero la sabiduría y la gracia no nos pueden ser quitadas. Ellos nos pueden separar de amigos, aún de la familia; pero no pueden apartarnos de la presencia de Dios. Inclusive nos pueden encerrar en cuevas o en calabozos, quitarnos la libertad; pero no pueden impedirnos la comunión con Dios. Ninguna circunstancia que pasemos o vivamos nos podrá separar del amor de Dios.
José fue bendecido en todo lugar donde iba y en todo cargo que ocupaba, porque la presencia de Dios con nosotros hace que prospere todo lo que hacemos.
Cuando el jefe de los coperos se olvida de José, él aprendió por su desengaño, a confiar únicamente en Dios. Así mismo pasa en nuestra vida, ya que preferimos a veces, confiar más en el hombre y en todo lo que pueda hacer para favorecernos, y nos olvidamos que Dios es el que todo lo puede.
Sólo necesitamos buscarle en cualquiera que fuere nuestra situación.
Fayruth Robles
Amén, amén
Amén, amén
Amén, amén
Amén
Así es. Amén 🙏!!