En la cruz nace un corazón rendido

EN LA CRUZ NACE UN CORAZÓN  RENDIDO 
 
Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro. Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a angustiarse. Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad. Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que, si fuese posible, pasase de él aquella hora. Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú. Mr. 14:32-35
 
Aquí vemos al Señor librando la batalla definitiva contra el pecado. Esto nos lleva a preguntarnos ¿por qué fue necesario pasar por el Getsemaní? ¿No se podía haber evitado un episodio tan doloroso de su vida? A lo largo de esta reflexión, veremos que fue allí en ese huerto donde Jesús tomó la decisión de ir a la cruz, mientras que en el Calvario fue donde se materializó.
 
“Getsemaní” es una palabra de origen arameo que significa “prensa de aceite”. Aunque Jesús tenía por costumbre ir a orar a ese lugar, ese nombre no podría ser una mejor referencia para ese momento en particular de la agonía que vivía su alma. Era necesario que Él pasara por esa “prensa”, tenía que ser quebrantado y mostrar su rendimiento completo al Padre celestial; por eso dice la palabra que Jesús cayó rostro en tierra. La postura que adoptó para orar, expresaba su total sumisión a la voluntad de Dios. Un corazón absolutamente rendido, no deseoso de hacer su propia voluntad, sino la del Padre.
 
¿Por qué te estoy contando la historia de la crucifixión de Jesús, desde el momento que está en ese huerto hasta que lo llevan hasta el Gólgota, LA CRUZ? Porque es allí donde lo impresionante sucede: Él tuvo que ser “machacado”, a la manera de ese Getsemaní, para que saliera aceite de Él. El Padre sabía lo que Jesús iba a vivir, era un camino de latigazos, de injurias, de golpes, traiciones; para luego ser colgado en una cruz. Pero en esa cruz, es donde se revela el misterio más grande en Jesús: SU AMOR POR LA HUMANIDAD. Y ese gran amor le llevó a PERDONAR.
 
Cuando los soldados romanos se reparten el MANTO, con burlas, ofensas ─porque no creían en Él─, es allí donde expresa una de las siete palabras que habló en esa crucifixión (proceso) diciendo: “PADRE PERDÓNALOS, PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN”.
 
El Padre debía llevarlo a vivir la palabra anunciada de antemano por los profetas, por ello Cristo estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte. ¡Ese siempre fue el plan! Por eso, tuvo que pasar el Getsemaní y llegar al Gólgota, para que en esa cruz, fuese mostrado su corazón.  Por lo cual entonces:Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre. Filipenses 2:8
 
Así te dice el Señor: “Perdona a todos aquellos que te han herido, lastimado, que ten ofendido, que se han levantado en tu contra; pues JESÚS SIENDO el Hijo de Dios, no estimó eso como cosa a que aferrarse, sino que se entregó en MUERTE DE CRUZ, por el gran AMOR que sintió por ti y por mí, perdonando a sus ofensores, para que darnos LIBERTAD sobre el pecado”.
 
Katherine Rodríguez , Pastora