EL SERVICIO TE ENGRANDECE
“Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” Mateo 20:26-28
¿Tú quieres ser grande y visto en el Reino de los Cielos? La respuesta es: has servicio voluntario a Dios, y no al hombre. Sírvele a Dios.
El Reino de los cielos no consiste en comida ni en bebida, consiste en que sirvas; y que tu servicio sea como para Dios, y no para los hombres. El mayor ejemplo de servicio fue Jesús, quien despojándose de su trono y de todas las comodidades que puede tener el Hijo de Dios, vino a la tierra a servirte a ti y a mí, entregando su vida en rescate de muchos.
El servicio también implica: despojarse. Quien no está dispuesto a despojarse de que lo que tiene, o de lo que Dios le pide, no podrá llamarse “siervo”.
Dios hace la diferencia entre el que le sirve, y quien no le sirve. La cosecha está lista, faltan los obreros. ¡Levántate, despierta! Somos tú y yo, los instrumentos para que llevemos a muchos a Cristo.
¡Sirvamos con amor y sin indolencia!
Elías Ariza.
Servir es amar a Dios en tu prójimo, cuando servimos, sobre todo en lo más sencillo, en lo silencioso, es Él quien lo hace usandonos, a nosotros nos corresponde estar en comunión, dependencia y docilidad a Él, siempre dispuesto.
Dios es Espíritu, para obrar en el mundo que vemos, usa cuerpos, los de sus hijos.
Así como usó a unos para rescatarnos, así mismo, según Su voluntad y propósito, nos usará para resucitar a otros, por
Amén amén 🙌🙌