EL MUNDO
Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Juan 15:18-19
Estamos en el mundo para dar testimonio de Cristo. Sin embargo, el mundo es selectivo en cuanto a los que lo aman, a los que lo honran y exaltan: a los que son de él, “sus discípulos”. Por tanto, no esperemos que nos ame, antes por el contrario Jesús dijo: serán aborrecidos y perseguidos por él. También nos advirtió: No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 1 Juan 2:15
Es decir, que no tenemos por qué desear, ni anhelar nada de lo que ofrece el mundo: vanidad, notoriedad, deleites. Si esto es así, quiere decir que aún no hemos conocido el amor del Padre y no porque Él no lo ofrezca, sino porque no lo hemos recibido, no hemos confiado en su cuidado.
Todo el esplendor, la “belleza”, ese fruto que ofrece el mundo un día acabará: los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida. No es en esto en lo que debemos deleitarnos, no es para esto que hemos sido creados, ni es este nuestro propósito. Ya que nada de esto, proviene del Padre, sino del mundo.
Ten en cuenta amigo(a), que lo que ofrece el mundo es efímero, pero lo que ofrece Cristo es la eternidad. “El mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. 1 Juan 2:17
¿Cuál será tu elección?
Rocío Salas Ariza
Amén 🙌