EL DESPERTAR
Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba. Salmos 3:5
¡Wooooow!
¡Cuán hermoso es Dios! Gracias, por permitirnos despertar una vez más. Esto debe ser motivo de regocijo y agradecimiento en nuestro corazón.
El salmista David, escribió en sus peores momentos poniendo toda su confianza en el Padre Celestial. Él sabía que su seguridad dependía del Altísimo y que a pesar de haberse levantado su familia en contra -en este caso su hijo-, sabía perfectamente hacia dónde mirar.
Ahora te escribo lo siguiente:
David fue un hombre, y es hasta el día de hoy amado por el Rey, ¿sabes por qué? Ese varón tenía un corazón conforme al de Dios, esto me lleva a pensar que él era agradecido y reconocía que, si Jehová Dios no estaba con él, podía venir la muerte.
No sé cuántos despertaron agradecidos hoy, pero si tú estás leyendo esto; por favor, te insto a que antes de dormir y al despertar digas: “Padre, en ti he puesto mi confianza, no importa lo que viva, sé que al despertar hay una nueva oportunidad en ti, para que todo cambie”.
Termino con esto:
Mientras más agradecido estés con Dios, cada día las bendiciones te perseguirán.
Dios te bendiga.
Disley Sierra
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