Edifiquemos nuestro templo

EDIFIQUEMOS NUESTRO TEMPLO

"Y dieron dinero a los albañiles y carpinteros; asimismo comida, bebida y aceite a los sidonios y tirios para que trajesen madera de cedro desde el Líbano por mar a Jope, conforme a la voluntad de Ciro rey de Persia acerca de esto.  Jesús también, sus hijos y sus hermanos, Cadmiel y sus hijos, hijos de Judá, como un solo hombre asistían para activar a los que hacían la obra en la casa de Dios, (…) Y cuando los albañiles del templo de Jehová echaban los cimientos, pusieron a los sacerdotes vestidos de sus ropas y con trompetas, y a los levitas hijos de Asaf con címbalos, para que alabasen a Jehová, según la ordenanza de David rey de Israel. Y cantaban, alabando y dando gracias a Jehová, y diciendo: Porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel. Y todo el pueblo aclamaba con gran júbilo, alabando a Jehová porque se echaban los cimientos de la casa de Jehová". Esdras 3:7-11

Llama la atención, como el pueblo era entendido y daba valor a su lugar de congregación, donde se reunían juntos para celebrar santa convocación ante Dios. Celebraban en ese tiempo, la reedificación del segundo templo por parte de los desterrados judíos, echaban los cimientos y estaban dispuestos a dar de sus bienes para la ejecución del mismo; y no sólo eso, sino también para las vestiduras sacerdotales. 

Tenemos deberes para con nuestra casa, congregación o iglesia, para la edificación del templo físico y espiritual; ya que con la suma de todos podremos alcanzar las metas trazadas por el Señor, y para esto hemos sido también llamados: “para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano”. 

Por eso te insto mi hermano(a), a que seas de los que contribuyen con el crecimiento, renovación y adecuación física en tu congregación. Somos el cuerpo de Cristo y es un privilegio hacer parte de la expansión de su obra. Somos quienes ponemos los cimientos, para que la siguiente generación edifique tambiéneste gran edificio de la obra del Señor, tenemos el privilegio de ser constructores de su obra.

Bendiciones,

Rocío Salas Ariza