Dios me libra de mis temores

Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores. Salmos 34:4
 

Este, es tal vez un versículo bastante corto, pero definitivamente con mucho alimento espiritual. Muchas veces nos han hablado de un rey llamado David, el que derrotó a Goliat, el que se enfrentó a osos y leones, derrotándolos a todos. Ese hombre que Dios mandó a ungir por considerarlo con el corazón conforme al suyo; el de  una gran adoració que le agradaba tanto. Pero, casi nunca nos hablan de David como ese hombre que también sintió temor.
 

La realidad , es que el temor no es ajeno a nuestro vivir , aparece en cualquier momento de nuestras vidas, Podemos pasar por una situación difícil que despierte miedo o inseguridad en nosotros. La invitación hoy, es que no te sientas mal si en algún momento lo has vivido, si lo estás viviendo o lo llegas a vivir; que entiendas que el problema no es sentir temor, el verdadero problema es no buscar el refugio indicado cuando esto llega. En varios versículos de la biblia, se nos muestra que David se sintió en angustia, pero ¿sabes?, su reacción en vez de desesperarse y sentirse derrotado , siempre fue buscar a Dios para que lo librara de sus temores.
 

Hoy debemos entender, que no ganamos nada repitiendo una y otra vez en señal de valentía: ¡no tengo miedo, no tengo miedo!¡soy fuerte! , ¡no hay temor en mí!  Esta no es la solución. El primer paso,para cambiar algo en nuestra vida que esté mal, es reconocerlo. Admitir tus temores, no te hace más débil y ocultarlos, no te hace más fuerte. Reconocer tus temores te lleva a buscar un refugio. Así como cuando éramos niños y buscábamos refugio en los brazos de nuestros padres o en algún familiar mayor que nos protegiera; así mismo, debemos buscar a ese ser Supremo, que ha prometido acompañarnos en todo tiempo y lugar, para que su perfecto amor actúe, ya que: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor”. 1 Juan 4:18
 

Sólo hay un amor que es perfecto, inalterable, inagotable y que está dispuesto a amarte por siemprey ese es el amor de Dios. ¿Tienes miedo? Tranquilo, David también lo sintió, pero se refugió en Dios y asípudo vencer gigantes, derrotar ejércitos completos ypelear con animales feroces, porque reconoció que con sus fuerzas no podía, pero el Dios todopoderoso si podía hacerlo. Así como ocurrió con Él, también sucederá contigo si aprendes a confiar en Dios y abandonar todas tus cargas para que Él traiga paz a tu vida. Hoy, tú y tu casa serán libres de temores, en el nombre de Jesús. 
                                                                          
                                                                          
Eyis Toro Rodríguez