CENTINELAS EN TU BOCA
Nuestra boca es un arma muy “PELIGROSA”, con ella podemos: matar moralmente y físicamente a una persona; destruir sueños; no dejar avanzar; cerrar puertas; llevar a cárcel espirituales y físicas; proferir mentiras tras mentiras, hasta llevar a la afrenta de la vergüenza a nuestro prójimo.
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Y esto no es porque hoy lo esté hablando quien escribe este devocional, es porque en la palabra reposa muchos versículos que nos dejó la inspiración del Espíritu Santo, sobre la importancia de cuidar lo que hablamos.
Incluso el Rey David en el Salmo 141: 3 le pide a DIOS:” Pon guarda a mi boca, vigila la puerta de mis labios”. Si él lo hizo, es porque sabía el peligro que causamos cuando hablamos desenfrenadamente de alguien; cuando devoramos su carne. Incluso repetimos patrones simplemente porque alguien nos contó algo de una persona que a veces ni conocemos, en ese momento estamos levantando juicio en el mundo espiritual.
Cuando las palabras están dichas, jamás desperecen y pueden pasar años quedando intactas; pero más que esto, el Rey David sabía que todo tiene una consecuencia, y cuando hacemos esto, existe algo que se llama “MEDIDA POR MEDIDA”, Dios deja que tú levantes infamia de tu prójimo, pero luego Él viene y exhibe tus maldades.
En los tribunales, hablas contra tu hermano; contra tu propio hermano profieres infamias. Todo esto has hecho, y yo me he callado; habrás pensado que yo soy como tú. Pero ahora voy a reprenderte; voy a exhibir todas tus maldades.Salmo 50:20-21 RVC
Los tribunales también son cualquier lugar que usamos para hablar de nuestro prójimo, como por ejemplo las redes sociales. Esta palabra que hoy nos confronta, no es más que una oportunidad del Espíritu Santo, para arrepentirnos por las veces que hemos hablado sin freno de nuestro prójimo.
Oremos: Padre amado, así como el rey David te pidió que colocaras guardas en su boca, de ese mismo modo te lo pedimos hoy. Perdónanos por las veces que levanté infamia de mi prójimo. Envía centinelas a mi boca, porque esta nos librará de muchas angustias. En el nombre de Jesús de Nazareth. Aleluya.
Les bendigo, Lorayne Villazón.
Re publicado 19 dic 2021
Amen